Si quieres proteger tus creaciones online o buscas contenidos que puedas replicar sin trasgredir los derechos de autor, Creative Commons es una opción.
Si bien Google representa la mayor ventana digital hacia otros mundos, la verdad es que cuando se trata de buscar contenidos para replicarlos y utilizarlos para fines personales, pero sobre todo comerciales, no siempre resulta claro su origen.
Esto debido a que no todos los usuarios son conocedores sobre los temas relacionados a los derechos de autor y restricciones en el uso de imágenes, videos o podcast, entre otros.
Y aunque muchos internautas saben distinguir entre contenidos genéricos y restringidos, la verdad es que tanto la difusión como la información para disipar las dudas en cuanto al uso que se le pueden dar en la red no son las más abundantes.
De ahí la necesidad de herramientas o plataformas que ofrezcan y amparen contenidos genuinos y avalados por su autor, para efectos de que cualquier persona o empresa les pueda dar el uso que consideren oportuno sin trasgredir los derechos de autor.
Una de estas plataformas es Creative Commons (CC), que hoy se posiciona como una de las opciones más rentables para colgar y descolgar imágenes, videos, textos o cualquier tipo de herramientas gráficas con el fin de que los autores tengan certeza del uso que se le dé a sus obras, por un lado; y por el otro, para que los usuarios tengan acceso a materiales originales autorizados por sus creadores.
Pero no se trata sólo de adjuntar y descargar contenidos, ya que CC se ha convertido en una comunidad que pondera las creaciones originales y hoy ya ofrece licencias 4.0 propias, es decir, “las más globales y adaptadas a los usuarios que se hayan propuesto desde Creative Commons (las licencias anteriores)”, según consigna en su propio blog.
Aunque hablar de licencias y permisos pudiera resultar un tanto complicado, cuando CC se refiere a las licencias 4.0 habla de una mejor oferta, sobre todo “para gobiernos y editores públicos del sector de la información gracias a la expansión de la cobertura de las licencias, al incluir desde ahora las bases de datos, y también gracias a los nuevos mecanismos legales que fortalecen las licencias”.
Pero antes de ahondar en esta apuesta, que pretende llegar a cualquier parte del mundo al grado de que la misma comunidad CC considera que las licencias 4.0 suponen ser “una auténtica revolución en el concepto de conocimiento abierto y de cultura libre”, sería importante hacer una pausa para conocer cómo funciona y sobre todo cómo sacarle el máximo beneficio. (Te recomendamos leer también: Perfil del Community Manager: habilidades y capacidades)
A. Elige una licencia CC
Aquí la mayor premisa es cuidar los derechos de autor, por eso que cuando un creador sube su trabajo a la plataforma elige qué tipo de licencia quiere que lo ampare.
Las preguntas básicas en este renglón son si permite el uso comercial de su obra y si ésta puede sufrir modificaciones.
Aunque existen licencias más personalizadas, la más común es la licencia Creative Commons, y el propio sitio es quien ofrece un código HTML para que cada usuario lo agregue a su sitio oficial o a su blog, a fin de certificar y garantizar la autenticidad de un logotipo, una fotografía o un eslogan, por ejemplo.
B. Redacta o postea
El código HTML ofrecido por Creative Commons se aplica de manera particular a cada contenido realizado por los creadores, y una vez publicado éste aparecerá con el sello de garantía de CC para que sus lectores o audiencia sepa que se trata de un contenido original y protegido por las licencias de la plataforma.
Es recomendable hacer esto con cada entrada de blog, cada imagen o cada contenido publicado en la red, además de leer las letras chiquitas respecto a tus creaciones en distintas plataformas.
C. Comparte contenidos
Y ahora sí, retomando el asunto, tendrás la posibilidad de elegir todo tipo de contenidos digitales protegidos por CC, aunque por lo general existen restricciones en su uso podrás tomar algunos siempre y cuando le des el crédito al autor o te limites a la hora de utilizarlos con fines comerciales.
Una de las grandes diferencias que debes tener clara desde el principio es que Creative Commons es un puente para cambiar una leyenda básica por otra más flexible, es decir, aquí ya no leerás “Todos los derechos reservados”, pues ahora dirá “algunos derechos reservados”.
Y esto, sin duda, es un gran avance para todos.
Más de 300 millones de trabajos protegidos por el sello CC avalan las licencias 4.0, pues parte de la tendencia digital es romper barreras y paradigmas, y lo más importante: acercar a las personas y los contenidos.
¿Has usado Creative Commons? ¿Qué te parece? ¿Proteges tu trabajo online? ¿Qué herramientas o licencias utilizas para protegerlo?
Fuente: http://www.altonivel.com.mx
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