27 ene 2015

5 estructuras para promover el trabajo efectivo

Al escuchar la palabra estructuras en un contexto empresarial, pensamos automáticamente en el organigrama organizacional, procesos, procedimientos, indicadores, políticas y sistemas. Todas estas estructuras son esenciales pero insuficientes para promover el trabajo efectivo.

Para funcionar adecuadamente, las empresas requieren tanto de aspectos objetivos, como los mencionados anteriormente, como de aspectos subjetivos, tales como responsabilidad, trabajo en equipo y compromiso de las personas que ahí trabajan.

Sin embargo, es común que haya un enfoque casi exclusivo en los aspectos objetivos, dejando a un lado todas las cuestiones subjetivas. Esto es un grave error, ya que son los individuos y los grupos de personas los que con base a sus valores, comunicación, compromiso y acciones generan los resultados de una empresa.

Mucho se habla acerca de la necesidad de contar con personas más responsables y comprometidas, que asuman un mayor nivel de liderazgo y trabajen mejor en equipo. Todos estos aspectos subjetivos son primordiales para promover el trabajo efectivo y la obtención de resultados, pero estos requieren ser analizados, diseñados y fomentados mediante prácticas y estructuras que los generen, los fortalezcan y los mantengan en existencia. A continuación te sugerimos 5 estructuras requeridas para lograr esto.

1.- Diseña la cultura que deseas para tu empresa y promuévela tanto objetiva como subjetivamente
Toda organización cuenta con una cultura, la cuestión es si esta cultura surgirá automáticamente y de manera no planeada, o será diseñada según las necesidades de la empresa.

Dedicarle tiempo, esfuerzo y dinero a diseñar y promover la cultura empresarial es importantísimo. Según Tony Hsieh, fundador y Director General de Zappos.com, la cultura es tan importante como los resultados financieros de la empresa y de hecho estos últimos surgen como resultado de la misma. Una manera efectiva de promover una cultura empresarial es mediante las conversaciones que ahí se tiene.

Así, asegúrate de que al interior de tu empresa se tengan conversaciones alineadas con la cultura que se diseñó: si quieres una cultura de responsabilidad, promuévela mediante una conversación constante y poderosa de responsabilidad; si quieres una cultura de honestidad, promuévela mediante una conversación de honestidad.

2.- Define los principios, valores y comportamientos que desees existan en tu empresa y crea prácticas y estructuras para hacerlos reales
No es apropiado ni funcional establecer estos elementos desde la dirección general y pensar que por colocarlos en una serie de políticas y en un par de letreros estos se darán automáticamente.

Para crear principios, valores y comportamientos que existan realmente, se requiere involucrar al personal es su diseño, difusión y consolidación. A manera de ejemplo, Zappos.com publica anualmente un libro de cultura en el que los empleados de la organización escriben ensayos y frases e incluyen fotos y dibujos que muestran la cultura organizacional.

3.- Asegúrate que tus líderes formales y cada persona en tu empresa sea un ejemplo a seguir
De nada sirve plantear principios, valores y comportamientos si existen líderes en la organización o personas en general que no actúan de manera coherente con estos. Conservar a alguien así porque sus resultados objetivos son buenos puede ser favorable en el corto plazo pero tiene efectos destructivos en el mediano y largo plazo.

4.- Define maneras en las que las personas deben de trabajar juntas y refuérzalas en todo momento
Poner a un grupo de personas en el mismo lugar y esperar que trabajen bien juntos automáticamente, no es efectivo.

Los grupos de personas necesitan contar con estructuras y prácticas claras y poderosas para comunicarse de manera efectiva, generar y reestablecer confianza, resolver conflictos interpersonales, y comprometerse y alinearse a un mismo objetivo.

Para lograr esto se requiere tener claridad sobre dichas prácticas y estructuras y contar con líderes efectivos que guíen e inspiren a las personas a seguirlas.

5.- Crea entornos físicos contundentes y campañas de comunicación poderosas y constantes
Para mantener en existencia la cultura, los principios, valores y comportamientos deseados y asegúrate que sean inmediatamente obvias para cualquier persona que entre o trabaje en tus instalaciones.

Algunas empresas a las que he asesorado han creado campañas permanentes en las que literalmente tapizan sus instalaciones con fotos de las familias de los trabajadores y frases inspiracionales escritas por los miembros de la organización con el fin de crear un ambiente humano de auténtico interés por las personas y una cultura de responsabilidad y liderazgo.

Trabajar únicamente en aspectos objetivos y técnicos en una empresa es pensar que el trabajo es realizado por máquinas. Las personas no son máquinas y requieren de desarrollo como seres humanos para que se desempeñen idealmente.

En algún momento de la historia esto era considerado una tontería, pero hoy día las empresas y universidades más importantes del mundo reconocen la importancia de trabajar no solo en los aspectos objetivos de la organización sino también en los subjetivos.

Una frase popular nos dice que las personas son el activo más valioso de cualquier empresa. Quizá es hora de que hagamos caso. 

*El autor es consultor, coach y conferencista con más de 15 años de experiencia en temas de transformación organizacional, liderazgo, comunicación efectiva, trabajo en equipo, clima laboral y renovación cultural. Actualmente es socio fundador de Mesa Consultores. Síguelo en Twitter en la cuenta @MesaConsultores.

Fuente: Alto Nivel
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