6 jul 2015

De no ser tratada a tiempo, la afección reumática puede causar rigidez y mucho dolor

NUEVOS CRITERIOS PARA DETECTAR Y EVALUAR LA PROGRESIÓN DE LA ESPONDILOARTRITIS AXIAL

La radiología convencional permanece como una herramienta importante y de gran utilidad para la detección y el seguimiento evolutivo de lesiones óseas


La espondilitis anquilosante (EA) es una enfermedad de carácter autoinmune, crónica y progresiva, cuya evolución suele ser fluctuante y ocasiona el endurecimiento paulatino de las articulaciones. El radiólogo David Sztajnworc, explicó que esta patología reumática provoca un intenso dolor y afecta principalmente el esqueleto axial, por lo que el protocolo de diagnóstico incluye diversas pruebas basadas en imágenes, como la resonancia magnética nuclear.

El especialista en radiología informó que el  Consorcio  de  Investigación de Espondiloartritis de Canadá (SPARCC), un grupo de reumatólogos y radiólogos de la Universidad de Alberta en conjunto con otros colaboradores de Dinamarca, Suiza e Inglaterra, diseñó un protocolo de estudio para evaluar los hallazgos  que pueden estar presentes en las imágenes de resonancia magnética para así  determinar la presencia y/o actividad de la enfermedad. Siguiendo este sistema, se le asigna una puntuación al paciente con espondilitis anquilosante y se realizan los controles sucesivos para calificar cómo está respondiendo al tratamiento.
Existen diversas modalidades de imágenes que se usan para la detección de la patología y durante el tratamiento. En opinión del galeno, la básica es la radiología convencional, la cual  permanece como una herramienta importante y de gran utilidad, debido que ayuda a  la detección y el seguimiento evolutivo de lesiones crónicas en la espondilitis anquilosante.

Es importante aclarar que los efectos de la enfermedad reumática tardan mucho tiempo en  manifestarse  radiológicamente, y una vez que se detectan por esta vía, la patología ha   progresado  enormemente  y  esos  cambios pueden provocar un daño irremediable en las articulaciones, pudiendo provocar  efectos irreversibles.


La detección temprana es determinante
El diagnóstico de la espondiloartritis axial suele ser tardío, por lo que no es de extrañar que la mayoría de los pacientes desconozcan su afección hasta después de ocho y hasta diez años o más, en vista de que los criterios clínicos que solían aplicarse son radiológicos, por lo que no se detectaba hasta que se evidenciaba el daño óseo.

El reumatólogo Eduardo Collantes, profesor de la Universidad de Córdoba, en España, se refirió a los nuevos  criterios clínicos ASAS, que permiten identificar signos de la enfermedad en su fase temprana, antes de provocarse el daño estructural. “Ahora nos valemos de criterios clínicos, más que de  radiológicos, para  diagnosticar las  espondiloartritis. El diagnóstico precoz de la enfermedad es el gran reto, y ser cómplice del paciente para afrontar la misma es la tarea encomendada a los reumatólogos. Hay que hacerle ver al paciente que, aunque tiene una enfermedad crónica, actualmente disponemos de herramientas muy eficaces que pueden facilitar que  pueda hacer una vida completamente normal” agregó.

Una enfermedad reumática crónica
Durante una visita que hizo a nuestro país, el doctor Collantes comentó que la espondiloartritis axial afecta tanto a hombres como a mujeres, y fundamentalmente se manifiesta con dolores lumbares que impiden el descanso, especialmente en las noches, y brotes que pueden oscilar entre 3 a 6 meses. En este sentido, enfatizó que la mayor incidencia se registra en personas con edades comprendidas entre 26 y 30 años.

A medida que la patología avanza, puede causar la fusión entre dos o más vertebras de la columna, provocando rigidez. Paulatinamente los daños pueden extenderse a las articulaciones y otros órganos, como los ojos, la piel y el sistema gastrointestinal, por lo que es considerada una enfermedad sistémica. El galeno destacó que la afección tiene un componente hereditario, por lo que los hijos de pacientes con espondilitis axial tienen 20 veces más probabilidades de desarrollarla.

Fuente: Comstat Rowland