Enfrentar un empleo que no llena las expectativas es común, como también lo es que el colaborador no encuentre inteligencia emocional para resolverlo.
Cuando encontramos un nuevo trabajo nos sentimos felices y pensamos que cumplirá todas nuestras expectativas, esperamos un buen ambiente laboral, compañeros solidarios, horarios flexibles, jefes empáticos y comprensivos y un gran desarrollo profesional, sin embargo, en ocasiones no todo es como lo soñamos.
Todo nuevo empleo es un desafío profesional, es frecuente tener que enfrentar situaciones de estrés y condiciones que quizás no esperabas, sobre todo en un comienzo. Pero, hay quienes no son capaces de afrontar de manera optimista aquellas situaciones y sucumben drásticamente, cayendo en depresiones o cuestionándose su profesión.
Lamentablemente, en las universidades no enseñan competencias fundamentales y necesarias para superar aquellas desilusiones laborales, como la capacidad de adecuarse a las circunstancias y la tolerancia a la frustración.
Expertos señalan que los jóvenes son los que tienen menor tolerancia a las adversidades, principalmente por dos factores: la primera, por no lograr las metas en su primer empleo, ya que es una experiencia nueva y fundamental para su desarrollo profesional; la segunda por no encontrar trabajo en el corto plazo, luego de haber terminado su carrera. De hecho un joven recién egresado tarda alrededor de 6 meses en encontrar un empleo.
A esto se suma que sólo 4 de cada 10 egresados consigue un trabajo relacionado con su profesión, fuente importante de angustia e incertidumbre en los jóvenes. Además, no es extraño que profesionales menores de 30 años manifiesten síntomas de estrés laboral, esto porque a esta edad la gran mayoría tiene doble responsabilidad: trabajar y estudiar.
El no lograr las metas, principalmente laborales, genera un sentimiento de fracaso, pero el problema no está en el dolor que causa tal desilusión, sino que muchas veces las personas no saben cómo reaccionar ante tales situaciones. La buena noticia es que la tolerancia a la frustración y la capacidad de adaptarse a diversas circunstancias, son habilidades que se pueden aprender.
Desarrollar la capacidad para tolerar las frustraciones significa saber afrontar los diversos problemas que tenemos a lo largo de nuestras vidas, ya sean de situaciones laborales, amorosas, económicas o familiares.
La tarea es asumir que probablemente tenemos una percepción exagerada de la situación que estamos viviendo o bien, no queremos superar el malestar que estamos experimentando, porque nos es más cómodo y no tenemos la valentía de enfrentarlo y continuar luchando.
La desilusión laboral suele presentarse en los trabajadores de recién ingreso a la empresa, o al puesto en caso de un movimiento interno. Los principales síntomas que lo caracterizan son:
- Siente que la carga de trabajo no está en equilibrio con el sueldo, es decir, a su juicio la retribución no es justa.
- Siente que su trabajo no es tan importante, o no es valorado por los demás. No recibe ningún cumplido ni reconocimiento por el trabajo hecho.
- Descubrir que el desarrollo profesional será a largo plazo o existen escasas posibilidades de un ascenso, porque la estructura organizacional no lo permite.
- El incumplimiento de acuerdos que se habían pactado al momento de ingresar. Aumentos de sueldos, beneficios u horarios que no se han concretado.
- No sentirse a gusto con la cultura de la empresa. Costumbres o hábitos que no comparte.
- Constantes roces y conflictos con los compañeros de trabajo.
- Malas relaciones con su jefe, al grado de no querer topárselo.
- Hablar constantemente mal de su trabajo, de su jefe y de la empresa en general.
- No sentir ganas de trabajar, llegar tarde, y lo que es peor, faltar continuamente de manera injustificada.
- Finalmente, sentirse insatisfecho en algunos o todos los aspectos hasta el punto que no siente que está disfrutando su trabajo diario y quiera renunciar.
Autor: TRABAJANDO.COM
Fuente: http://www.altonivel.com.mx
Leer más: http://www.altonivel.com.mx/46299-10-sintomas-de-que-tu-trabajo-te-hace-infeliz.html