El viejo adagio dicta que los problemas son oportunidades. Aunque esto es muy cierto y sabio, es poco común experimentar las situaciones adversas de la vida de esa manera. Por lo general, las personas no van por ahí dándole la bienvenida a los problemas y deseando tener más de ellos.
De hecho, esperan llegar a cierto lugar en su vida personal o profesional en el que dejen de tener problemas o, por lo menos, tengan menos. Así, piensan que si logran obtener tal o cual puesto, sueldo, negocio o pareja, entonces podrán realmente despreocuparse por su situación y disfrutar las cosas.
La vida no funciona así. No llega el momento en el que uno deja de tener problemas. De hecho, entre más éxito tiene una persona, mayores son los problemas que enfrenta.
Para muestra un botón: un exitoso empresario no tiene menos problemas que un simple empleado, tiene más. Contrario a lo que la mayoría de las personas imaginan, el exitoso empresario no está sentado en su gran escritorio despreocupado firmando cheques, en largas comidas o jugando golf, sino que tiene a su cargo una responsabilidad inmensa mucho mayor que la de cualquier empleado, ya que es responsable no solo por sus resultados como individuo, sino de toda la compañía.
Aquello que los seres humanos llamamos problemas son simplemente situaciones que surgen naturalmente por el simple hecho de estar vivos.
La realidad es que en la vida hay momentos complejos y no van a desaparecer nunca, incluso aumentarán conforme asumamos más y mayores retos.
Cada vez que uno se plantea un objetivo, lo que surge entre donde estamos y donde queremos estar es una serie de obstáculos que necesitamos sobrepasar para lograr nuestro objetivo.
A continuación te decimos cómo manejar esos obstáculos de manera que puedas lograr tus objetivos:
1. Deja de pelearte con los obstáculos y acéptalos tal cual son
Pelearte con los inconvenientes que te antepone la vida te deja molesto, cansado y derrotado, además de que es ridículo pues esta actitud no mejora las cosas, de hecho las empeora. Aceptar que en la vida hay y siempre habrá obstáculos es una señal de madurez mental, emocional y espiritual.
2. Deja de llamar problemas a las situaciones adversas que enfrentas y renómbralas como contratiempos
Tenemos una relación muy poco poderosa con estas situaciones, lo cual inicia desde que las llamamos problemas. Por definición, un problema es una situación difícil. Un contratiempo, en cambio, es una intención, posibilidad o compromiso que aún no hemos logrado. La primera palabra se centra en la dificultad, la segunda en la posibilidad.
3. Explora las dificultades en busca de aquello que requieres para lograr tu objetivo
Las situaciones adversas que enfrentamos no son problemas, son oportunidades o accesos a lo que deseamos. En ellas reside la información que requerimos para superarlas. Si tus resultados no son los deseados, indaga en estos para ver qué no está funcionando que haría una diferencia si lo corrigieras.
4. Toma las acciones que identifiques como necesarias
Después de explorar la situación adversa e identificar lo que no está funcionando, toma las acciones necesarias. Pasamos demasiado tiempo inútil preocupándonos y quejándonos; este tiempo sería mucho mejor utilizado si nos pusiéramos en acción para cambiar la situación.
5. Sé compasivo contigo mismo y con otros
Tener compasión por ti y por los demás ayuda a lidiar con el sinnúmero de situaciones complejas que nos presenta la vida y la diversidad de emociones asociadas con estas situaciones.
Lo que distingue a un gran hombre o mujer es su capacidad de lidiar poderosamente con los obstáculos que le presenta la vida. Nada que valga realmente la pena es logrado sin tener que enfrentar y superar estos obstáculos. De hecho, es esto lo que hace que admiremos a alguien o valoremos auténticamente lo logrado. Moliere dijo: "Entre mayor sea el obstáculo, mayor será la gloria".
Autor: EDUARDO LAN
Fuente: http://www.altonivel.com.mx
Leer más: http://www.altonivel.com.mx/37012-convierte-los-contratiempos-en-oportunidades-de-exito.html