Cushing: Un trastorno hormonal degenerativo confundido con obesidad
El diagnóstico de este
desorden endocrino es complejo por no contar con un patrón único de síntomas
Aumentar
de peso de forma repentina, sobre todo en el área del abdomen, pero manteniendo
los brazos y piernas delgadas es una de las manifestaciones de la enfermedad de
Cushing, una patología generada por la producción excesiva de cortisol en el
organismo que tiende a confundirse con el aumento de peso por alimentación
inadecuada. Sin embargo, el incremento de masa corporal que presenta una
persona con esta condición, no se rebaja con dieta, ni ejercicios.
La
doctora María Ortiz, médico endocrino adjunta al Hospital Pérez Carreño en
Caracas, explica que esta patología es una de las formas del síndrome de
Cushing que además de causar en las
personas aumento de peso genera debilidad muscular, presión arterial alta, piel fina y estrías,
irritabilidad, cara redondeada y enrojecida, exceso de grasa alrededor del
cuello, calvicie, acné, diabetes, osteoporosis, depresión y, en el caso
específico de las mujeres, irregularidad menstrual. Los hombres, por otra
parte, pueden presentar además disminución o ausencia del deseo sexual.
La
enfermedad de Cushing es ocasionada por un tumor en la hipófisis -glándula pituitaria- que produce
una cantidad desmesurada de corticotrofina
(ACTH), una hormona que estimula las glándulas suprarrenales
encargadas de regular las respuestas al estrés y que libera cantidades elevadas
de cortisol.
En
cuanto al diagnóstico, Ortiz señala que luego que es detectado el síndrome de Cushing
se debe determinar qué lo origina, pues además del tumor en la hipófisis, “esta
condición puede presentarse por factores externos como la ingesta de algunos
medicamentos para tratar el asma o la artritis reumatoidea. Así como también
por factores endógenos como la presencia de un tumor en en la parte del cuerpo
que produce cortisol o en órganos como el pulmón que produce ACTH”, expone.
“El
diagnóstico de la enfermedad de Cushing es complejo porque además de que no
existe un patrón único de síntomas, el rango normal del nivel de cortisol en el
organismo tiende a variar y para detectarlo se necesitarían varias pruebas
bioquímicas. Pasa algo parecido con el
tumor en la hipófisis que a veces no es
detectado en la resonancia magnética (RM)”, añade.
Cuando la
única posibilidad de curarse es una cirugía pituitaria, la doctora indica que
el paciente debe ser sometido a un procedimiento quirúrgico para extirpar el
tumor. “Lo que se espera con esta intervención
es que bajen los niveles de cortisol en la sangre y, en consecuencia, se
disipen las reacciones generadas en el organismo por el exceso de esta hormona”.
Texto tomado del libro:
Actualizaciones en Endocrinología. “Glándulas
Suprarrenales”. Dieguez C, Yturriaga R. Mc Graw Hill Interamericana. Primera
Edición en español, año 2000.
Fuente: Comstat rowland