29 sept 2014

Oftalmología

Cuidado con el Edema Macular Diabético

Los factores de riesgo para la aparición de esta enfermedad lo constituyen los altos niveles de azúcar en la sangre, el colesterol, triglicéridos altos y  la hipertensión arterial


De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la diabetes es la causa más frecuente de ceguera en la población occidental en la edad productiva y laboral. Esta instancia estima que después de 15 años de padecer esta enfermedad, el 2% de la población corre el riesgo de quedar ciego. Mientras, un 10%  puede presentar una discapacidad visual grave. Aunque la razón puede deberse a distintas complicaciones clínicas como: retinopatía diabética, desprendimiento de retina o edema macular diabético (EMD), es éste último la principal causa de pérdida de visión.

La doctora Gema Ramírez, especialista en retina, vítreo y tumores del Centro de Cirugía Oftalmológica en Caracas, explica que el EMD es una patología del ojo originada por la acumulación de líquido en la zona más sensible de la retina que se llama mácula, responsable de la visión central, lectura y enfoque de los detalles y colores. 

El EMD se origina en la diabetes mal controlada, debido a que los altos niveles de glicemia (azúcar) en la sangre promueven la pérdida de la permeabilidad vascular. Es decir, provocan la acumulación en los vasos sanguíneos de líquidos, glóbulos rojos y partículas de colesterol que se escapan hacia los tejidos del ojo.

“El examen del fondo de ojo es la manera de hacer el despistaje de estos pacientes. Todo diabético tipo 1 debe hacerse un examen de fondo de ojo máximo a los 5 años del diagnóstico y si es antes mejor, y en la diabetes tipo 2, debe realizarse el  examen inmediatamente de hacer el diagnóstico, ya que no se conoce cuántos meses  o años lleva el paciente con la enfermedad sin saberlo”, expresa Ramírez.

Según la especialista un excelente control de los niveles de glicemia en sangre es la única forma con la que se puede prevenir la aparición de un EMD. “Un indicador valioso es la medición de la hemoglobina glicosilada, la cual debe mantenerse por debajo de 7.0 mgr %”, añade. Sin embargo advierte que en caso de presentarse alteración renal y presión arterial alta estas complicaciones de salud deben ser atendidas y controladas.

En cuanto al tratamiento la doctora recomienda a nivel ocular el láser, además  del control sistémico. También explica que con la llegada de los antiangiogénicos  “dentro de los cuales se encuentra el ranibizumab, ha mejorado en forma importante los resultados del tratamiento en el edema macular. Éste fármaco también es utilizado para tratar la degeneración macular asociada a la edad y en vasos de retinopatía diabética”, sostiene.


Para concluir, la especialista recuerda que la diabetes es una enfermedad crónica, cuyo control debe ser de por vida para mantener la visión y evitar el resto de complicaciones en otros órganos. “Llevar una vida sana nos aporta salud”.

Fuente: Comstat Rowland