Publicidad Culpable De Obesidad
De acuerdo con un estudio los
empaques llamativos y bonitos son los culpables de que niños pequeños pidan a
sus padres comprar los productos
En los últimos meses se ha notado un creciente número
de niños con obesidad
y sobrepeso, en niños de cada vez menor edad, y de acuerdo con un estudio
publicado en Journal of Children and Media, en el caso de los niños entre tres
y cinco años, la culpa es de los empaques tan llamativos y con ilustraciones
tan bonitas, que provocan en los niños hacer berrinches cuando sus padres no
quieren comprar el producto.
Muchas
veces los niños no saben lo que es el producto que están pidiendo, pero gritan
y lloran para tenerlo entre sus manos y llevarlo a sus casas, estos productos,
generalmente son comida chatarra, es decir son ricos en calorías y azúcares,
pero de muy bajo aporte nutricio.
De acuerdo
con este estudio de Dina Borzekowski, profesora
asistente de la Facultad de salud pública
Bloomberg de la Johns
Hopkins en Baltimore, el 70% de los padres accedían a
comprar estos productos por hartazgo, para ya no oír gritar a sus hijos o
simplemente porque no podían decirles que no.
De acuerdo con el estudio, los padres jamás habrían comprado esos
productos de no haber visto a sus niños repelar tanto por tenerlo.
El estudio fue realizado a mujeres con hijos de tres a cinco años de
edad, mismas que tenían alrededor de 38 años, 56% tenían licenciatura, 88% eran
casadas, 68% tenían empleo y el 93% tenían ingresos superiores a los 60 mil
dólares anuales.
En sus hogares había cuando menos dos televisiones y en dos casos había
televisiones en el cuarto de los hijos, en general se trataba de familias
de clase alta.
En general las madres decían que la publicidad en la televisión no
influía para que sus pequeños quisieran comprar algún producto, sino el verlo
en los pasillos del supermercado, e incluso algunas refirieron que les
resultaba chocante que en los empaques se usaran cosas llamativas que lo hacían
deseable cuando el pequeño no sabía ni lo que eso contenía.
Para evitar llevar a casa productos poco saludables las madres de
familia habían intentado varias técnicas para convencer a su hijo de no
hacerlo, algunas les decían que no, otras ignoraban los berrinches, otras
negociaban con otro tipo de productos y otras trataban de dar explicaciones,
algunas veces funcionaba y otras no.
Finalmente la investigadora dijo que contra los mercadólogos no podía
hacerse mucho, entonces recomendó que si los padres no podían decirle que no a
sus hijos, lo mejor era que alguien más los cuidara cuando iban de compras.
Pero si era posible ser firme, había que cumplir con lo dicho y
mantenerse coherente, la conducta fastidiosa de su hijo se reducirá, en todos
los niños excepto los más persistentes. Los niños son listos. Dejan de hacer
las cosas que no funcionan, y adaptan su conducta (Con información de
Univisión).
FUENTE: SuMédico