28 ago 2015

Los TNE pueden localizarse en diversos órganos 

FÁRMACOS DE NUEVA GENERACIÓN DEMUESTRA EFICACIA EN EL TRATAMIENTO DE TUMORES NEUROENDOCRINOS

·        TNE son relativamente poco frecuentes y se ha observado un aumento en su incidencia en los últimos 30 años
·        Análogos de la somatostatina siguen en estudio con el objetivo de retrasar el crecimiento tumoral y aumentar la sobrevida

El doctor  Jaume Capdevila, oncólogo y médico adjunto del Servicio de Oncología del Hospital Vall d'Hebron, de Barcelona  explicó que los tumores neuroendocrinos (TNE) constituyen un grupo heterogéneo de neoplasias. Se originan en las células neuroendocrinas de la cresta neural, glándulas endocrinas, islotes o sistema endocrino difuso. Estas cavidades durante el desarrollo embrionario se distribuyen por todo el cuerpo, por este motivo los TNE pueden localizarse en diversos órganos.

El especialista en oncología expuso que los TNE son relativamente poco frecuentes y se ha observado un aumento en su incidencia en los últimos 30 años, gracias a la mejoría de las técnicas diagnósticas y a la mejor identificación de los casos. Aunque su incidencia es baja, su prevalencia es significativa debido a la historia natural de la mayoría de estos tumores, de lento crecimiento y de larga supervivencia.

Avances en el tratamiento 
El médico adjunto del Servicio de Oncología del Hospital Vall d'Hebron, de Barcelona, agregó que las decisiones terapéuticas de los pacientes con tumores neuroendocrinos deben tomarse en el contexto de comités multidisciplinares que incluyan todas las especialidades involucradas en el manejo de esta enfermedad.

Por ello, se han utilizado análogos de la somatostatina con fines terapéuticos, este tipo de fármaco tiene una doble indicación: el tratamiento del síndrome hormonal secundario al TNE, como puede ser el síndrome carcinoide o las señales asociados a los TNE pancreáticos funcionantes, como el  VIPoma, el somatostatinoma o el glucagonoma; y el tratamiento antitumoral.

Es importante decir, que actualmente los análogos de la somatostatina siguen en estudio con el objetivo de retrasar el crecimiento tumoral y aumentar la supervivencia. Por otro lado, se ha estudiado el uso de interferón, que al igual que en el caso de los análogos, presenta su mayor beneficio en la consecución de estabilizaciones y de control sintomático, pero con una toxicidad bastante superior que limita su uso en la práctica clínica diaria.

Por su parte, el especialista agregó que la sensibilidad de los tumores neuroendocrinos gastroenteropancreáticos a la quimioterapia varía según su grado de diferenciación celular y la localización del tumor primario. Los tumores de intestino delgado muestran tasas de respuesta más que modestas a esta terapia. Es importante agregar, que este tipo de tratamiento no se considera una opción ni de primera ni de segunda elección en este grupo de pacientes, reservándola para aquellos con tumores más agresivos o cuando fracasan todas otras opciones terapéuticas.

Los TNE del páncreas son tumores más sensibles a la quimioterapia, con tasas de respuestas superiores, las series más recientes oscilan entre el 15-25%. Actualmente los esquemas más utilizados para este método son los dobletes de estreptozocina con fluoracilo o con adriamicina. En los últimos años han emergido nuevos tratamientos de quimioterapia que pueden tener más actividad en un subgrupo de pacientes con esta patología de origen pancreático, como la temozolamida.

Los carcinomas neuroendocrinos pobremente diferenciados, muestran una alta tasa de respuestas a la combinación de quimioterapia con cisplatino y etopósido, siendo éste el esquema de elección en este subgrupo de pacientes. El galeno expresó que los radionúclidos también se encuentran dentro de los avances de los tratamientos, ellos se basa en la capacidad de las células neuroendocrinas de expresar receptores de somatostatina a los que se unen sus ligandos unidos a moléculas radioactivas que son capaces de destruir las células tumorales por efecto de la radioactividad directo y actualmente está en la última fase de estudio.

Los recientes avances en el conocimiento de la biología molecular de los TNEGEP han dado lugar al desarrollo de múltiples estudios, evaluando la eficacia y tolerabilidad de distintos grupos de fármacos dirigidos contra dianas moleculares concretas. Los fármacos inhibidores de receptores con actividad tirosina cinasa y un efecto antiangiogénico, así como los inhibidores de la proteína mTOR, han logrado demostrar su actividad en TNE de origen pancreático y se está estudiando en la actualidad su eficacia en otras localizaciones tumorales.

Por otro lado, dentro de los nuevos fármacos antiangiogénicos se tiene el Sunitinib, la cual ha confirmado su eficacia en un ensayo fase III en TNE de origen pancreático y ha permitido su aprobación y utilización en esta población de pacientes. En otro estudio se tiene el Everolimus, un inhibidor de mTOR, también ha demostrado su eficacia en la misma población de pacientes con TNE de origen pancreático. La realización de ensayos clínicos evaluando la actividad de estas medicinas en combinación o junto a quimioterapia podría representar el próximo escalón en la búsqueda de la terapia más eficaz para los TNEGEP avanzados, expresó el especialista oncólogo. 

Fuente: Comstat rowland