5 ago 2015

¿Buscas trabajo o empleo? Conviértete en empleólogo

Todos podríamos considerarnos expertos en algo, ya sea por nuestra carrera, especialidad y competencias, pero desafortunadamente en muchos casos nuestras aptitudes e inteligencia no bastan para conseguir el empleo que deseamos.

Esto se deba quizá a un problema más de forma que de fondo. Tal vez radica en que no contamos con los conocimientos necesarios para entender y manejar todos los factores que intervienen en el arte de conectar empresas y candidatos.

Independientemente de cuál sea tu área de expertise o tu talento principal, es importante que adquieras las competencias necesarias para hacer de tu búsqueda de empleo o bien de talento (en el caso de los reclutadores) un proceso efectivo y exitoso.

Para que lo consigas te compartimos algunos puntos clave para convertirte en empleólogo:

1) Profesionaliza tu búsqueda
Mucha tinta y saliva se han utilizado para abordar la escasez de talento en México, y la Empleología propone ver esta problemática desde una óptica diferente: el bajo índice de profesionalización de la empleabilidad y búsqueda de talento, como probable causa.

De estos últimos, denominados autoridades de primera línea de atracción de talento, ¿quiénes están al frente de estas funciones en tu compañía? En mi experiencia he observado que habitualmente son jóvenes, a veces recién egresados con 6 meses de experiencia en reclutamiento y buscando activamente otra posición en RRHH, los que ocupan la primera fila de las gestiones de recursos humanos.

Es importante que como empresario transmitas a tus áreas de recursos humanos la relevancia que su labor tiene para el crecimiento de la organización y que desarrollen un trabajo de identificación de talento con métodos, procedimientos, fundamentos y alineación a la estrategia de la organización.

Toma en cuenta la siguiente estadística: el 50% de las empresas creadas desaparecen en el transcurso del primer año, el 80% desaparece en los siguientes 5 años y sólo 4 empresas de 100 creadas sobrevive una década después de fundadas.

Ahora pregúntate: ¿Cómo colabora mi área de recursos humanos en la supervivencia de mi empresa?

Por otra parte, los candidatos también tienen una relevancia importante en el proceso. Como reclutador he podido corroborar que, generalmente, existe un desconocimiento significativo por parte de los candidatos con respecto a los procesos y necesidades de las empresas a las que se postulan.

La vida nos demanda ser expertos en reconocer las oportunidades de empleo, ir por ellas y mantener un perfil atractivo en la mira de las autoridades de la atracción del talento. El esfuerzo que significa no buscar asertivamente un trabajo es mucho mayor al que nos podemos imaginar.

2) No son lo mismo “trabajo” y “empleo”
Generalmente consideramos que trabajo y empleo, tienen el mismo significado. Conocer sus diferencias cambia significativamente el rol que juega cada uno de éstos en nuestra vida.

El “trabajo” es igual al esfuerzo que se realiza, fundamentalmente físico, para desarrollar una actividad. El "empleo", en cambio, implica la existencia de un contexto de desarrollo para la persona.

La palabra "trabajo" deriva del vocablo tripaliare, que significa conjunto de tres palos que servían para amarrar o atar a los esclavos para golpearlos y latiguearlos. Se trataba de un instrumento que tenía la función de controlar y someter a manera de yugo.  El término "trabajo" comenzó a aplicarse a todo aquello que tuviera relación con el sufrimiento y dolor.

Tal vez inconscientemente tenemos registrado en nuestro código genético que esta palabra trae consigo formas humillantes de sometimiento ante otra persona de mayor nivel jerárquico y, sobre todo, ante la empresa o propietarios del capital o los medios de producción. A esto lo llamo el principio de la subyugación irremediable.

De ahí que muchas personas soportan el trabajo no porque les guste, sino porque sienten que es lo que tienen que hacer para obtener los medios para subsistir.

El empleo es un medio que nos da la posibilidad de conocer y desarrollar nuestro talento. Es –como lo dijo una gran maestra– pasar de ser un talento a formar parte del capital humano de la organización.

3) Aprende a observarte en el otro
Desde el enfoque de la Empleología, llamamos a este fenómeno “Espejo Binomial”, el cual estudia las interrelaciones que existen entre las personas y las empresas, así como las correspondencias entre las fases del proceso de atracción y las fases de la búsqueda de empleo.

Conocer nuestras semejanzas y coincidencias con la empresa y los candidatos nos abre la posibilidad de conectarnos de manera más profunda y entablar una relación (empresa-candidato) más estrecha y comprometida. Más allá de una relación laboral, podremos hacer sinergia.

4) Dale honor a quien honor merece
“Un espacio vital y temporal”, así es mi consideración personal sobre un currículum vitae.

Si tomamos en cuenta que los reclutadores dedican aproximadamente 10 segundos a revisar un currículum, y éste cabe en una hoja de 602 cm², resulta impresionante entender cómo es que medidas tan pequeñas determinan tu destino profesional de 40 años de carrera, que va de los 25 a los 65 años en promedio para todas las personas en el planeta, tiempo que gracias a los avances médicos tiende a incrementarse.

Así como el CV es de vital importancia para un profesional, un documento claro y efectivo de la descripción del puesto es importante para la empresa, pues éste será el primer acercamiento para cautivar a los candidatos adecuados para cubrir su vacante.

A pesar de la relevancia que estos documentos tienen dentro de un proceso de reclutamiento y selección, nos hemos encontrado con grandes oportunidades, tanto del lado de los candidatos como del lado de las empresas, para mejorar estos documentos clave.

De acuerdo a estudios realizados en IQubadora, 80% de las personas no cuentan con un currículum vitae y/o no saben cómo elaborarlo; el 15% conoce medianamente qué es y tiene uno; y sólo el 5% conoce cómo se prepara este curriculum, cuenta con él y lo mantiene vigente.

Por su parte en las empresas, el 80% no cuenta con un documento de descripción del puesto, el 15% cuenta con el documento pero no lo actualiza ni cuenta con la metodología para gestionarlo efectivamente y tan sólo el 5 % cuenta con el documento actualizado y domina al menos una metodología para utilizarlo.

Podría resultar ingenuo pensar que un solo aspecto, como la carrera profesional elegida o la universidad en la que se estudió, es suficiente para explicar la aceptación o el rechazo en un proceso de reclutamiento y selección de talento.

De igual manera, las empresas ya no pueden sostener el pensamiento tradicional de que el sueldo es el principal factor para atraer al mejor talento del mercado.

Hoy podemos distinguir que la obtención de un empleo o el hallar a un candidato idóneo para una posición laboral vacante dejó de ser un asunto simple, o por lo menos de un solo paso.

Encontrar empleo y talento es un proceso con diversas fases que requieren ser conocidos y dominados. Es un gran sistema que requiere de una visión distinta para generar comprensiones más amplias e innovadoras, en otras palabras, requiere conocer a fondo el mundo del empleo: ser un empleólogo.

Autor: ROBERTO ESPARZA VIEDMA 
Fuente: http://www.altonivel.com.mx
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