Tratamiento puede distanciar los brotes de la enfermedad
LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE COMPROMETE HABILIDADES LABORALES
Esta patología afecta el sistema nervioso
central, causando pérdida de control corporal. Especialistas recomiendan que si
el paciente no presenta discapacidad, continúe en su actividad
La esclerosis
múltiple es una enfermedad autoinmune, que perjudica al sistema nervioso
central, al destruir progresivamente la mielina e inflamar partes del cerebro. Es una patología neurodegenerativa, que puede
manifestarse con fatiga crónica, alteraciones en la sensibilidad, pérdida de
control de esfínteres, disminución de funciones motoras y capacidades cognitivas.
Quienes la padecen
pueden ver afectada su calidad de vida y la rutina de sus familiares. “Con la
esclerosis múltiple, la información que desde el cerebro viaja por los nervios,
que salen de la columna hacia el resto de nuestro cuerpo, va deteriorándose y
por lo tanto éstos no logran el efecto normal sobre la musculatura u órganos
donde trabajan”, indicó la psiquiatra Yenny Fermín.
“La vida laboral de los pacientes con esclerosis múltiple puede tener un
rango de variabilidad, en cuanto a su desempeño, dependiendo del grado de
deterioro en que se encuentre la persona. Si no presenta discapacidad física,
realmente pudiera realizar cualquier trabajo, siempre y cuando no implique
exposiciones en horas picos de sol y de mayor calor, y no se trate de una labor
que tenga mucha demanda de fuerza física o estrés”, destaca la especialista.
Con el tratamiento adecuado, un paciente de esclerosis múltiple puede
permanecer años sin tener un brote o una recaída. No obstante, su rendimiento laboral podría cambiar,
en la medida en que vaya evolucionando la enfermedad y tenga mayor
discapacidad.
“Los casos varían. Si no hay actividad de la enfermedad a nivel cerebral,
quiere decir que el individuo se mantiene con pocas limitaciones. Pero si nos
referimos a un paciente que ya presenta ciertos grados de discapacidad,
evidentemente los mejores trabajos son aquellos que se desempeñen en una
oficina y que no produzcan estrés, pues éste, tanto en esclerosis múltiple como
en cualquier patología, es un factor importantísimo para un buen desempeño. El
estrés exagerado puede producir un brote de la enfermedad”, indica Fermín.
Los pacientes con esclerosis múltiple
solo deben tomar sol en horas tempranas de la mañana o al final de la tarde. No
deben exponerse a fuentes de calor importantes, como por ejemplo, sauna o baños de vapor. Pueden hacer
cualquier ejercicio moderado, si no tienen limitación física, y aun así, pueden
realizar alguna de acuerdo a su situación. Se recomienda la rehabilitación física.
“La natación es muy buena, siempre y cuando se disponga de una piscina techada
o en horarios de baja exposición al sol”, destaca la psiquiatra.
“Si el paciente no tiene
discapacidad, debe trabajar, sentirse productivo. Absolutamente todos los
pacientes que presentan enfermedades crónicas deben o deberían recibir apoyo
psiquiátrico o psicológico, para ayudarlo a aceptar su enfermedad, como parte
de un enfoque multidisciplinario para atender la patología. Así como el
neurólogo se encarga de evaluar el daño en el sistema nervioso central, los
psiquiatras y los psicólogos trabajamos en la farmacología psiquiátrica y en
la psicoterapia, para ayudarlos a
afrontar la ansiedad y eventuales depresiones que puedan alterar aún más el
sistema inmunológico, haciendo que el paciente sea más susceptible a un nuevo
brote”, concluye Fermín.
Fuente: Comstatrowland