Invertir
para ahorrar antes del BYOD
Las organizaciones a nivel mundial están
emprendiendo una cruzada continua por ser más productivas y eficientes. Y sin importar su tamaño, la mayor parte de las
empresas han comenzado a subirse a la tendencia de Bring Your Own Device
(BYOD): la práctica de dejar a sus empleados trabajar con sus propios
dispositivos móviles, tales como Ultrabooks, tabletas y smartphones bajo la
infraestructura de su compañía.
En Latinoamérica, las tabletas ya tienen tasas de penetración
de 12% a 30% entre los ejecutivos, que las usan como un complemento para las PCs
tradicionales, de acuerdo con el Techaisle Mobility
Adoption & Trends. Entre
los empleados que más las utilizan, están los altos gerentes y el personal de
ventas.
Un estudio reciente de SpiceWorks reveló que el 61% las
empresas de la región apoyan el BYOD, pero sólo un 17% de ellas cuenta con las
herramientas para implementarlo. El
primer paso que debe seguir es establecer los sistemas que permiten proteger
los datos que circulan a través de todos los dispositivos de la red interna:
para ello, es necesario contar con plataformas de administración de redes que
cuenten con soporte para todo tipo de dispositivos, de manera que la
información de la empresa no pueda ser visualizada desde el exterior de la red
local y no queden así vulnerables a intrusiones o ataques informáticos a través
de internet. Se pronostica más de 15 mil millones de dispositivos estén
conectados para el 2015, aumentando la posibilidad de propagación para estos
ataques a lo largo de toda la infraestructura.
Una vez establecidos estos sistemas, es importante
implantar plataformas compatibles entre sí que permitan establecer una
experiencia fluida entre los dispositivos con un mismo sistema operativo, como
Windows 8, de manera que sea posible entregar a los empleados la ventaja de
trabajar sin interrupciones desde un equipo de escritorio a una tableta y de
ahí a un smartphone, sin restar compatibilidad, asegurando la productividad de
sus trabajadores ya sea dentro o fuera de la oficina.
Por último, es indispensable, independientemente el tipo
de organización, invertir y renovar los equipos para conseguir ejecutar la administración
de esta práctica y la red de la empresa. Tanto para su uso en labores de
producción o administración, las nuevas generaciones de Ultrabooks y tabletas
ya igualan a las terminales de escritorio en materia de desempeño, incluyendo
también características de ahorro de energía y seguridad que pueden resultar
cruciales a la hora de optimizar gastos en tecnología.
Todo lo anterior combinado permite implementar de forma
robusta el BYOD instaurando la total movilidad de los ejecutivos de la compañía
y un gran impacto en la productividad, reduciendo así los costos a largo plazo
y de paso su infraestructura, para enfrentar mejor los desafíos del trabajo en
el futuro.
Fuente: * Por María Gabriela Gallardo, de Intel - Burson-Marsteller Venezuela